¿Cómo
concibe cada enfoque el aprendizaje, la enseñanza y el papel del estudiante y
del profesor o agente educativo?
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El aprendizaje
escolar: es un proceso activo desde el punto de
vista del alumno, en el cual este construye, modifica, enriquece y
diversifica sus esquemas de conocimiento con respecto a los distintos contenidos
escolares, a partir del significado y el sentido que puede atribuir a esos
contenidos y al propio hecho de aprenderlos.
La enseñanza: la enseñanza debe apuntar fundamentalmente no a lo que el alumno
ya conoce o hace ni a los comportamientos que ya domina, sino a aquello que
no conoce, no realiza o no domina suficientemente; es decir que debe ser
constantemente exigente con los alumnos y ponerlos ante situaciones que les
obliguen a implicarse en un esfuerzo de comprensión y actuación.
Papel del
profesor: tres elementos básicos: la planificación
detallada y rigurosa de la enseñanza, la observación y la reflexión constante
de y sobre lo que ocurre en el aula, y la actuación diversificada y plástica
en función tanto de los objetivos y la planificación diseñada como de la
observación y el análisis de se vaya realizando.
Papel del
estudiante: la participación del alumno es activa
(construye, modifica, enriquece y diversifica sus esquemas de conocimiento);
puesto que el profesor es el encargado de suponer retos abordables en donde
él pueda resolverlos o solventarlos por sí solo, esto gracias a la
combinación de sus propias posibilidades
y de los apoyos e instrumentos que reciba del profesor.
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A
través de un proyecto o actividad propositiva que entusiasma e involucra al
que aprende, es posible articular una enseñanza acorde a las leyes del
aprendizaje, las cualidades éticas de la conducta, las actitudes individuales
del alumno y la situación social en que vive.
El constructivismo
sociocultural y la cognición situada.
El aprendizaje experiencial.
La enseñanza reflexiva.
El aprendizaje cooperativo y
las comunidades de práctica.
Vinculado al
Constructivismo sociocultural
Premisa
central:
El conocimiento es situado, es
parte y producto de la actividad, el contexto y la cultura en que se
desarrolla y utiliza.
Centrado en prácticas
educativas auténticas, las cuales requieren ser coherentes, significativas y
propositivas…
(brown, collins y duguid, 1989, p. 34)
La autenticidad de una práctica educativa
depende de:
la grado de relevancia cultural
de las actividades en que participa el estudiante
el tipo y nivel de actividad
social que éstas promueven (derry, levin y schauble, 1995).
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Los indicadores para una pedagogía y aprendizaje eficaces se han
basado en las investigaciones llevadas a cabo por crede (centro para la
investigación en educación, diversidad y excelencia) y en un análisis
exhaustivo de la investigación sobre el desarrollo, la educación y la
diversidad. Los indicadores representan recomendaciones sobre aspectos
comunes en los que coinciden todos los grupos lingüísticos, culturales y
raciales de los estados unidos, en todos los grupos de edad y en todas las
áreas. Por lo tanto, expresan los principios de una pedagogía eficaz para todo el alumnado. Incluso para el
alumnado convencional, los indicadores describen las condiciones ideales para
la instrucción. Para el alumnado con riesgo de fracaso educativo, sin
embargo, la puesta en práctica eficaz de los indicadores es vital. El
consenso en la investigación se manifiesta en cinco indicadores:
- actividad productiva
conjunta
Profesorado y alumnado producen conjuntamente.
- desarrollo lingüístico
desarrollo de la lengua a través del currículo.
- construir significados
conectar la escuela con las vidas de los alumnos y alumnas.
- enseñar a pensar de
modo complejo
animar al alumnado hacia el reto cognitivo.
- enseñar a través de la
conversación
La conversación instructiva.
El aprendizaje es más eficaz cuando personas expertas y
principiantes trabajan conjuntamente para conseguir un objetivo o producto
común y están motivados, por tanto, para ayudarse mutuamente. Enseñar
significa “proporcionar ayuda”, por lo tanto, la actividad productiva
conjunta maximiza la enseñanza y el aprendizaje. Trabajar conjuntamente
permite conversar y esto sirve para enseñar lengua, significados y valores en
el contexto inmediato. Enseñar y aprender a través de “actividad productiva
conjunta” se da en todas las culturas, es típicamente humano y probablemente
es una parte integral de las personas. Este sistema de “tutores-mentores”, de
aprendizaje “en acción” es característico entre los padres y madres de
niños/as pequeños/as de pre-escolar, entre los/as universitarios/as, en la
enseñanza de adultos y en los servicios de formación para la vida laboral,
reciclaje en el puesto de trabajo, etc. En las escuelas normalmente hay poca
actividad conjunta de la que emerjan experiencias comunes y por ello, no
existe un contexto compartido que permita al alumnado desarrollar sistemas
conjuntos de comprensión con el profesor y entre unos/as y otros/as. La
actividad conjunta entre el profesor y los estudiantes ayuda a crear ese
contexto común de experiencias dentro de la escuela. Esto adquiere especial
relevancia cuando el profesorado y el alumnado no pertenecen a la misma
cultura.
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¿Cómo se pueden asociar dichos postulados a
la noción de ambientes de aprendizaje, su caracterización, diseño y puesta en
marcha?
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Para crear un ambiente de aprendizaje en el
aula se hace presente la creación de zdp cuyo objetivo es que en este caso el
(alumno) aprenda determinados saberes, los contenidos escolares esto por la
ayuda sistemática y planificada que le ofrece alguien más competente en esos
saberes (el profesor); se hace una interacción cooperativa entre los alumnos
que puede resultar para progresar en el aprendizaje fortaleciendo las zdp,
como se sabe un buen ambiente de aprendizaje tiene influencia y mejora el
aprendizaje dentro del aula.
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· Instrucción descontextualizada
· Centrada en el profesor quien básicamente transmite las reglas y
saberes.
· Análisis de datos.
· Que el alumno realice las actividades.
· Instrucción basada en análisis colaborativo.
· Simulación situada.
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La actividad conjunta y el discurso permiten
el nivel más alto de logro académico: el uso de ideas “escolares”, o
“científicas” para resolver problemas prácticos del mundo real. La conexión
constante entre los conceptos escolares y los del día a día es básica para
desarrollar los mecanismos a través de los que las personas maduras
comprenden el mundo. Profesorado y alumnado deben compartir estas actividades
conjuntas. Sólo cuando también el profesorado está involucrado en estas
actividades puede tener lugar este tipo de discurso que es la clave para
construir la competencia escolar.
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¿Cuáles son las dimensiones indicadores,
variables o principios fundamentales desde cada enfoque para el diseño de
ambientes de aprendizaje?
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El enfoque del andamiaje, la participación
guiada y la zdp:
1 coll la tarea del profesor tiene tres
elementos básicos: la planificación
detallada y rigurosa de la enseñanza, la observación y la reflexión constante
de y sobre lo que ocurre en el aula y la actuación diversificada y plástica
en función tanto de los objetivos y la planificación diseñada como de la
observación y el análisis que se vaya realizando.
2 la tarea de ofrecer ayudas ajustadas a los
alumnos pasa por los diversos niveles o planos de la práctica educativa, las decisiones que sean tomadas a nivel del
ciclo, de etapa, de seminario o de claustro con respecto a cuestiones tales
como materiales curriculares que usaran los alumnos, libros de texto,
agrupamientos de alumnos, distribución y uso de espacios, estructuración de
horarios etc., estos elementos pueden y deben ser considerados como soportes
y apoyos para el aprendizaje y como instrumentos para la enseñanza.
3 una enseñanza que puede responder de
manera adecuada a la diversidad de alumnos, es un reto ayudar al aprendizaje
y al desarrollo de los centros y las aulas se puede lograr partiendo de los
conocimientos y experiencia previa de cada profesor y empleándolos como eje
desde el cual plantear cualquier proceso de cambio, y partiendo igualmente de
la historia, la situación y las condiciones reales de cada escuela, dando
como resultado un proceso progresivo tomando en cuenta sus avances,
retrocesos, bloqueos y conflictos.
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Uno de estos desafíos
se relaciona con la formación de los profesores en metodologías de la
enseñanza centradas en el estudiante y su aprendizaje, basadas en la
formación por competencias. En este contexto, de vries (2005) señala que los
profesores parecen ser los más afectados, ya que además de que las exigencias
hacia ellos se enfocan en cuestiones administrativas, orientadas a recabar
comprobantes de su productividad, ahora también es necesario participar en un
proceso de cambio que los lleve a ser más conscientes y sistemáticos para
generar actividades y fundamentarlas para favorecer el aprendizaje
significativo de sus estudiantes.
La noción de la
formación de profesionistas se modificó a través de los esfuerzos de varias
instituciones de educación superior para formar a sus estudiantes a través
del currículo por competencias profesionales y para preparar a los profesores
en ciertas competencias docentes.
El proceso de formación
de los profesores en competencias docentes supone la existencia de un currículo
articulado y flexible, que integre saberes y experiencias educativas
diversas, vinculadas a las necesidades del mercado laboral y al mismo tiempo,
una participación propositiva y emprendedora de estudiantes y profesores que
capten y se anticipen a las necesidades emergentes de manera responsable y
comprometida. Por ello, es necesario formar y actualizar a los profesores en
este enfoque y en el desarrollo de competencias docentes que les permitan a
su vez, desarrollar en sus estudiantes las competencias genéricas y
específicas correspondientes.
Si bien el dominio de
contenidos es uno de los aspectos básicos y principales de un profesor que se
prepara para orientar a sus estudiantes en su aprendizaje, es esencial
además, que lo haga intencionadamente para introducir en su práctica como
orientador del aprendizaje, una vinculación clara y sistemática entre: a) los
saberes (saber conocer, saber hacer, saber ser y convivir); b) los saberes y
el mundo de la práctica profesional de los estudiantes; y c) los saberes, el
mundo del trabajo y el desarrollo de un mayor compromiso acerca de la
necesidad de compartir y construir el conocimiento, a través de un trabajo
colaborativo que fomente la mejora del entorno y de las personas que lo
habitan (UNESCO, 2005).
En congruencia con lo
anterior, las competencias del profesor requieren que conozca su profesión y
el mercado laboral de la misma, para que con base en ello, planee
experiencias de aprendizaje de manera sistemática e intencionada que incluyan
actividades y formas de evaluar pertinentes y relevantes para la práctica
profesional y personal de los estudiantes (Tobón, 2006; navío, 2001 y 2005; pírela
y prieto, 2006; Zabala, 2003). Este esfuerzo implica que realice ciertas
funciones básicas que lo lleven a promover un aprendizaje situado (Díaz
barriga arceo, 2003), que haga más significativo el aprendizaje de los
estudiantes. Tal tipo de aprendizaje coincide con la necesidad de que las
competencias se definan para ámbitos de acción de interés específico para la
profesión en la que se forma a los estudiantes, de manera que le otorguen
significado a su aprendizaje. También permite que el profesor tenga la
posibilidad de definir las características de la metodología que empleará
para que el estudiante logre las competencias pertinentes.
Desde esta perspectiva,
el profesor necesita comprender que el estudiante no logrará la competencia
por simple transmisión de saberes, a través de discursos o actividades
aisladas. Ser buen profesor no equivale a ser buen profesionista. Para desempeñarse
como tal, necesita competencias docentes que generen las condiciones
propicias para el desarrollo deliberado de las competencias que el estudiante
debe lograr. Esto supone una actividad docente deliberada que busca un
diálogo permanente entre cómo y con qué aprender, qué aprender y dónde, y
cómo aprender a desarrollar y a usar lo aprendido.
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• planear y conducir
adecuadamente estrategias de enseñanza y de aprendizaje orientadas a que el
estudiante muestre el logro de la competencia. Conseguirlo implica que
identifique la competencia a desarrollar, los saberes que la conforman,
analizar cuáles son las evidencias adecuadas y cómo las evaluará. Las
evidencias se refieren a lo que el estudiante puede hacer para mostrar que ha
logrado la competencia; el profesor necesita analizar y describir actividades
relevantes y pertinentes, a través de las cuales el estudiante realice la(s)
evidencia(s) para lograr la competencia. Necesitará analizar el plan de
estudios y retomar la competencia y los saberes que la conforman para decidir
cómo será integrado en actividades específicas.
• diseñar y usar
material de apoyo que le permita agilizar y activar la comprensión de los
estudiantes, a través de un tratamiento de los saberes más difíciles para él
o para los estudiantes. El profesor continúa con la responsabilidad de tratar
ciertos temas, que por su nivel de complejidad, tienen la finalidad de
presentar a los estudiantes, los aspectos medulares y difíciles que les
permitan agilizar su comprensión.
• diseñar y usar
estrategias de seguimiento y evaluación adecuadas y oportunas que orienten y
promuevan un aprendizaje óptimo de los estudiantes. No basta la evaluación al
final del curso o de la experiencia educativa; a partir de las evidencias de
desempeño que el estudiante deberá mostrar al final del curso, el profesor le
informará cuáles fueron sus aciertos y los errores que necesita corregir para
mejorar la calidad de la evidencia que mostrará el logro de la competencia.
Para esto podrá usar diversas estrategias: tener claro qué evidencia de
desempeño evaluará y cuáles son los indicadores que le permitirán definir el
avance y las mejoras que necesita; la autoevaluación, la evaluación y la
heteroevaluación, estas últimas, estrategias en las que el profesor necesita
formarse.
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Conclusión:
En el acto didáctico hay 4 elementos
básicos: docente, discente, contenidos y contexto
- el profesor, que planifica determinadas
actividades para los estudiantes en el marco de una estrategia didáctica que
pretende el logro de determinados objetivos educativos.
Al final del proceso evaluará a los
estudiantes para ver en qué medida se han logrado.
Apel docente en los procesos de enseñanza -
aprendizaje. En un contexto social que provee a los ciudadanos de todo tipo
de información e instrumentos para procesarla, el papel del docente se
centrará en ayudar a los estudiantes para que puedan, sepan y quieran
aprender. Y en este sentido les proporcionará especialmente: orientación,
motivación y recursos didácticos.
- los estudiantes, que pretenden realizar
determinados aprendizajes a partir de las indicaciones del profesor mediante
la interacción con los recursos formativos que tienen a su alcance.
- los objetivos educativos que pretenden
conseguir el profesor y los estudiantes, y los contenidos que se tratarán.
Éstos pueden ser de tres tipos:
- herramientas esenciales para el
aprendizaje: lectura, escritura, expresión oral, operaciones básicas de
cálculo, solución de problemas, acceso a la información y búsqueda
"inteligente", metacognición y técnicas de aprendizaje, técnicas de
trabajo individual y en grupo...
- contenidos básicos de aprendizaje,
conocimientos teóricos y prácticos, exponentes de la cultura contemporánea y
necesarios para desarrollar plenamente las propias capacidades, vivir y
trabajar con dignidad, participar en la sociedad y mejorar la calidad de
vida.
- valores y actitudes: actitud de escucha y
diálogo, atención continuada y esfuerzo, reflexión y toma de decisiones
responsable, participación y actuación social, colaboración y solidaridad,
autocrítica y autoestima, capacidad creativa ante la incertidumbre,
adaptación al cambio y disposición al aprendizaje continuo.
- el contexto en el que se realiza el acto
didáctico. Según cuál sea el contexto se puede disponer de más o menos
medios, habrá determinadas restricciones (tiempo, espacio...), etc. El
escenario tiene una gran influencia en el aprendizaje y la transferencia.
Los recursos didácticos pueden contribuir a
proporcionar a los estudiantes información, técnicas y motivación que les
ayude en sus procesos de aprendizaje, no obstante su eficacia dependerá en
gran medida de la manera en la que el profesor oriente su uso en el marco de
la estrategia didáctica que está utilizando.
- la estrategia didáctica con la que el
profesor pretende facilitar los aprendizajes de los estudiantes, integrada
por una serie de actividades que contemplan la interacción de los alumnos con
determinados contenidos.
La estrategia didáctica debe proporcionar a
los estudiantes: motivación, información y orientación para realizar sus
aprendizajes, y debe tener en cuenta algunos principios:
- considerar las características de los
estudiantes: estilos cognitivos y de aprendizaje..
- considerar las motivaciones e intereses de
los estudiantes. Procurar amenidad. Del aula,
- organizar en el aula: el espacio, los
materiales didácticos, el tiempo...
- proporcionar la información necesaria
cuando sea preciso: web, asesores...
- utilizar metodologías activas en las que
se aprenda haciendo.
- considerar un adecuado tratamiento de los
errores que sea punto de partida de nuevos aprendizajes.
- prever que los estudiantes puedan
controlar sus aprendizajes.
- considerar actividades de aprendizaje
colaborativo, pero tener presente que el aprendizaje es individual.
- realizar una evaluación final de los aprendizajes
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